MI OPINIÓN
Hace años era impensable ver lo que nos iban a deparar las nuevas tecnologías. Pasamos de la radio a la tele en blanco y negro, después a la de color, los teléfonos marcando con disco o pidiendo conferencias que tardaban varias horas en conectarte o bien cuando querías saber de tus parientes o amigos escribíamos cartas con su sello correspondiente, etc. etc. Y ahora fijaros en la gran diferencia con las técnicas actuales.
Así podríamos ir diciendo de los múltiples adelantos, pero yo ese adelanto no lo veo en la práctica de la medicina. Antiguamente estaba el médico que con su ojo clínico y su lógica te daba un certero diagnóstico y una certera medicina sin tantos efectos secundarios como los actuales.
Ahora el ojo clínico ya se ha perdido y es lo que digan las máquinas y analíticas. Analíticas que siempre son las mismas y que no aclaran nada, pero mantienen contentos a los pacientes porque creen que eso es maravilloso. Y pongo un ejemplo: una mujer de 46 años que vomita sangre todas las noches sobre las tres de la mañana. Acuden a un nº 1 en medicina patológica de su ciudad. Ella le cuenta el caso en varios minutos, y el galeno le pide una analítica y una radiografía y un pago de 450 euritos del ala y que vuelva a los quince días. Tiempo de esta consulta 10 minutos.
Vuelve a los quince días y el sabio nº 1 le dice que no tiene nada y que está bien de salud puesto que la analítica y radiografía así lo mostraban y otros 450 euritos. Total 900 euros y como las máquinas y analíticas dieron bien pues se fue para su casa con la insatisfacción de que su caso seguía vivo y la frustración del dinero gastado por nada. La persona seguía vomitando sangre a diario.
Entonces me pide consejo y después de una hora de conversación llego a la conclusión que esta mujer estaba atacada de gran parasitosis que perforaban su esófago todas las noches. Le aconsejé unos productos para ellos y en menos de una semana dejó de vomitar sangre y su salud mejoró muchísimo.
Lo que quiero decirles es que la medicina alopática ha hecho un retroceso increíble. Los diagnósticos los hacen las máquinas y ya no hay ojo clínico y además aplican unos medicamentos agresivos para la salud que enmascaran la enfermedad y no cumplen con el “primum non nocere”.
Y lo que aun agrava mas el asunto es que te controlan a través del ordenador si has comprado o no los medicamentos y les montan grandes broncas a los pacientes que han rehusado la compra. Algunas personas me dicen que los compran y los tiran a continuación ya que al leer los prospectos entran en pánico.
¡Ah! me olvidaba mencionar al dichoso protocolo. Hay que aplicar el protocolo ¡te siente bien o te siente mal! Un amigo mío médico me decía que estaban obligados a ello y si no lo hacían podrían castigarlos contundentemente. Los protocolos y el control de la compra de los medicamentos es una idea de la gran industria farmacéutica.
Si creemos que velan por nuestra salud pues ¡no! Velan por su negocio. Nosotros somos simples y manipulados consumidores.
Hay otra medicina a la que, si admiro y es la especialidad de Cirugía, hay verdaderos genios aunque también mucho chapuza.
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